Lunes, 20 de abril de 2009
Introspección
El problema conmigo siempre ha sido como iniciar una historia, hay que buscar las palabras adecuadas, y hoy no es la excepción.
Ha pasado algo curioso por primera vez en mucho tiempo estoy de pie frente a un espejo, no lo malinterpreten, simplemente no acostumbro ver los espejos a menudo, siempre he sido una persona perfeccionista, cuidando el mínimo detalle, observando a mi alrededor, analizando, todo debe tener un orden y una secuencia, así se rige mi mundo, nada debe estar fuera de lugar, y el simple hecho de verme a un espejo refleja lo que en realidad soy, un simple ser humano, una persona que está muy lejos de alcanzar esa perfección de la que tanto se mofa.
Estoy, sin embargo, de pie frente a ese espejo que rara vez acostumbro ver, veo mi reflejo, veo un chico con su cabello negro ondulado semilargo cubriendo sus oídos, aunque esta vez hay algo diferente, sin percatarme me he dejado crecer la barba y el bigote, ¡oh Dios! En verdad estoy viejo, parezco viejo, me siento viejo. Apenas puedo distinguir mis ojos y nariz entre todo ese cabello creciendo por todas partes.
Ahora observándome detenidamente me he dado cuenta que perdí la noción del tiempo, se ha vuelto para mí algo tan trivial como sentarse a tener una buena charla con un amigo. En ese momento inamovible me pregunto ¿cuándo sucedió? , en que parte de esa secuencia perdí el rumbo, mi siguiente pregunta es ¿dónde esto…? Sin terminar de pronunciarla en mi interior me corrijo, y vuelvo a preguntarme ¿cuándo estoy? En un gesto prácticamente autómata dirijo mi mirada hacia la ventana de mi habitación, vacilo un poco, librando una batalla en mi interior, pero todo esfuerzo ha sido en vano, preguntas bombardean mi cabeza, cada pregunta que salta es una batalla perdida, no sé si tengo todo o lo he perdido.
Cuantas preguntas, ninguna respuesta, el tiempo ha perdido significado para mí, no tiene forma, no existe, sólo sé que es una ilusión en mi ser. Ahogado en mis propias dudas doy media vuelta dispuesto a enfrentar al mundo una vez más, esta vez encontraré las respuestas que mi interior está ansioso por probar.
Y mientras me dirijo a la entrada, no sé si ha pasado una eternidad desde mi plática con el espejo o si solo fue un segundo.
Axxe
